“Alabo en voz alta, culpo suavemente”
Catalina II, La Grande
Es una frase que se ha usado en la educación y autoestima de los hijos; cuando algo lo hace bien grítalo a los 4 vientos, si hay algo en qué llamarle la atención hazlo en privado. Sin embargo la apliqué de otra manera, enfocándolo al tema que nos atañe aquí: vivir con Fibromialgia.
Una de las formas para cambiar la frecuencia y sentirse mejor, es precisamente echarte porras y dejar de quejarte todo el tiempo. Si solo te levantaste de la cama al baño, estoy segura que vas a decir “achh solo me pude levantar al baño pero qué agobio, no puedo hacer nada, etc etc” en lugar de decir «yeih, me pude levantar de la cama y dar 5 pasos al baño, muy bien, por algo se empieza, hip hip hurra!”.
Ambas actitudes a la misma acción van a tener una reacción así como ambas van a tener un impacto en las personas que nos rodean, positiva o negativamente, Tú decides. Por ello, hoy te invito a que te eches porras por cada pequeño logro, que las personas a tu alrededor te vean sonreir y que cada vez tus quejas sean menos.